En sus
reflexiones musicales, Ricardo Rojas hablaba de “la energía latente y divina
del simple ritmo primordial”. Esa vibración es la que en el origen mismo del
mundo trasformara, como reza un proverbio africano, el andar en danza y la
palabra en música. El brasilero Glauber Rocha lo resumía mediante un refrán
popular: “Si bailas la samba caminas; si no bailas la samba no caminas”. Hablar,
cantar, caminar, bailar, toda una sucesión orgánica que va siguiendo “la
energía latente y divina del simple ritmo primordial” de la naturaleza y los
seres. Es por eso que, cuando tenemos una emoción, la cantamos y la bailamos. Y
si esa emoción conjuga un latir unísono, y un mismo amor por la Patria, se
canta y se danza para seguir cobijando el verbo y seguir andando por todo lo
que falta. Pero, ojo!!!, no son fotos ni colores lo que hacen hacer bailar de felicidad
al pueblo. Porque sólo si bailás con tu pueblo, caminás para siempre junto a él.
Por Carlos Semorile.
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