Dice Cristina y parece que la deja ahí, picando, pero
después –como suele hacer- se las manda a guardar de puntín al fondo: “O tal
vez es que somos peronistas, kirchneristas, o que somos nacionales y populares,
que es más amplio, que abarca a muchos”. Y debe ser todo eso junto: el tono
peronista, el estilo kirchnerista, las ideas nacionales y la pertenencia a la
cultura popular. Y aún si modificamos algunos binomios, se comprende por qué la
odian: la pertenencia peronista, el estilo popular, los modales kirchneristas y
siempre, inalterables, las ideas nacionales. Ese es el quid: la voluntad de
construir una Nación digna de ese nombre y “con el pueblo adentro”, con la
identidad política del ´45 y con esta de ahora. Con las mismas descortesías de
toda la vida. Pero no se deje enrular. No es el estilo, pavote: son las ideas
nacionales las que dejarán un país cómodo para los compatriotas e incómodo para
los cipayos.
Por Carlos Semorile.
No hay comentarios:
Publicar un comentario