miércoles, 25 de marzo de 2015

"El silencio es enemigo de la verdad"



La frase podría haber sido dicha en el reciente Foro Internacional por la Emancipación y la Igualdad, pero la dijo Estela de Carlotto. Salió, entonces, de las entrañas mismas de la Plaza de Mayo, y valió como sepulcro para los paraguas fúnebres del 18F. Con delicadeza, podría seguirse la senda que abre esta idea formidable y decir que la verdad necesita de palabras adecuadas, precisas, grávidas del sentido emancipatorio que deben tener todos los discursos comunitarios. En un nuevo aniversario del inicio del Proceso de Reorganización, es necesario estar atentos a todos los silencios cómplices, y aún a todos aquellos balbuceos que, camuflados en envases de colores, pretenden clausurar el ciclo kirchnerista. Porque está en juego la única verdad, que es nada menos que el ser de todos y cada uno de nosotros. Eso es lo que cantamos en la Plaza: que los emancipados queremos ser nosotros mismos.

Por Carlos Semorile.

No hay comentarios:

Publicar un comentario