lunes, 20 de octubre de 2014

El despegue



Considérelo más allá de todo partidismo. Sea capaz de verlo como una acción objetiva, y reflexione si el Arsat-1 no representa un giro copernicano en términos de ciencia y técnica argentinas. Véalo desde una perspectiva nacional, y luego dígame si vale la pena seguir repitiendo aquello de que “este es un país de m…”. Recuérdese a sí mismo frente a la tele cuando el alunizaje del Apolo 11 y, si fue niño en 1969, rememore los horizontes que de un solo golpe tuvo frente a sus ojos. Piense ahora en los pibes argentinos que hace apenas unos días vieron el lanzamiento de un satélite nuestro, e imagínese las esperanzas y los sueños que pueden albergar sus tiernos corazones. Recapacite, además, que para esos críos –y para muchos otros por venir- ya no se tratará de quimeras sino de palpables realidades. Ahora, haga un último esfuerzo y confíe que en este despegue se cifra buena parte de nuestro futuro.

Por Carlos Semorile.

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