martes, 5 de agosto de 2014

Los nietos de Carlotto



Hoy es uno de esos días presentidos, más desde los anhelos que desde las certezas. Y es que este día tenía que llegar, traernos su prístina luz, su fortísima conciencia reparatoria, y el legado de todas las generaciones que en este país dejaron un testimonio de lucha, de coraje y de esperanzas. Sin esa herencia nuestra identidad se reciente y se diluye, pero con ella somos mucho más nosotros mismos de lo que jamás imaginamos ser.

Ya lo dijo Néstor, y aquí lo reafirmamos: somos los nietos de Estela de Carlotto. Hijos, nietos y bisnietos de una incesante pasión argentina: la búsqueda inclaudicable de Verdad y Justicia. Porque este país es nuestro, y no de los turros: de los que amamos al prójimo, de los que somos capaces de hermanarnos en esta emoción tan bella y tan sin mácula, y de los que creemos que en el porvenir todavía nos aguardan muchas más jornadas hermosas y formidables como la de hoy.  

Por Carlos Semorile.

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