Las temidas multitudes argentinas. Las que desde
siempre incomodan al país liberal, las que formaron las montoneras federales,
las que en congoja despidieron a Peludo en 1933, las que mostraron el rostro
del país real en 1945. Las que acompañaron a Néstor, las que bancaron la parada
ante cada intento destituyente, se reunieron hoy para agradecerle a Cristina –y
en su nombre a Néstor- por estos doce años de dicha al calor de las conquistas
y de los derechos. Por Avenida de Mayo pasa un compañero que viene de la Plaza
y dice y repite que los de la tevé francesa “no lo podían creer”. Después,
promediando el discurso, aparecen y se multiplican las lágrimas. Y muchas
siguen llorando cuando las columnas se desconcentran, y los compañeros pasan y
le dicen al oído, lo que a esa altura, es un secreto a voces. “Vamos a volver”,
cantan las multitudes argentinas y tiene la fuerza de un juramento.
Por Carlos Semorile.
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