jueves, 10 de diciembre de 2015

El Profe Horacio



Dicen que para Borges “el escritor es su biblioteca: allí reside la tradición, el universo”. Desde su mismo cargo, Horacio González entendió que la Biblioteca Nacional podía ser mucho más que eso, y cobijar los debates de una época, la historia político-intelectual del país argentino, y propiciar todos los cruces posibles entre el ágora y los libros. Y mientras ordenaba un bíblico caos administrativo y gremial, escribió páginas preñadas con su lúcida y crítica conciencia emancipatoria. Por todo ello, el legado del querido profe González ya es parte de estos “raros tiempos de felicidad en los que fue posible decir lo que pensábamos y hacer lo que debíamos”. Muchas gracias, Horacio!!!

Por Carlos Semorile.

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