La Presidenta inaugura un moderno hospital pediátrico
en el Chaco y, a la vez, se realiza en esa provincia la primera soldadura del
gasoducto del Noreste. Y Cristina resume todo lo que significa semejante reparación
con las palabras que, nomás al llegar, le dice un morocho, conocido como el
Negro Ojeda: “Ahora los chaqueños también somos argentinos”. Hay que haberse
sentido marginado, excluido de todos los beneficios para decir lo que dijo el
Negro Ojeda, y nadie dude que sus palabras son el mejor homenaje a Evita en este
7 de mayo. El otro, como planteó Cristina, sería seguir el ejemplo de la Jefa
Espiritual vía “renunciamientos”. Nos sobran algunos precandidatos, o porque no
mueven el amperímetro, o porque no están dispuestos a poner todo lo que hay que
poner para que millones de compatriotas puedan sentir y decir lo mismo que el
Negro Ojeda: “Ahora también nosotros somos argentinos”.
Por Carlos Semorile.
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