¿Prodigioso, no? Si usted, como yo, escuchó como
zumbaban los latigazos verbales de la Presidenta en la ONU, es porque ella hace
uso de una lengua emancipada de hipocresías. Dice lo que debe decir, sin
formulas vacías ni consignismos bienpensantes. La oratoria de Cristina es
“argentina” por lo cristalino de su mensaje, por el desenfado de su estilo, y
porque tiene una fortísima sonoridad plebeya. No usa el “voseo” pero casi…, y qué
duda cabe de que les habla de igual a igual. De que les dice todas las verdades
en la jeta.
Por Carlos Semorile.
No hay comentarios:
Publicar un comentario