martes, 29 de septiembre de 2015

La lengua emancipada



¿Prodigioso, no? Si usted, como yo, escuchó como zumbaban los latigazos verbales de la Presidenta en la ONU, es porque ella hace uso de una lengua emancipada de hipocresías. Dice lo que debe decir, sin formulas vacías ni consignismos bienpensantes. La oratoria de Cristina es “argentina” por lo cristalino de su mensaje, por el desenfado de su estilo, y porque tiene una fortísima sonoridad plebeya. No usa el “voseo” pero casi…, y qué duda cabe de que les habla de igual a igual. De que les dice todas las verdades en la jeta.

Por Carlos Semorile.

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