La próxima vez que me pregunten qué significa hoy ser
peronista en la Argentina, diré, como Cristina, que es tener los verbos claros.
Somos los que sabemos que negociar es una cosa, y traicionar es otra cosa muy
distinta. Los que no confundimos hablar con transar, acordar con bajarse los
lienzos, ni saludar con arrodillarse. Saber conjugar los verbos nos permite entender
como acoso la figura del “desacato”, y olfatear en el aire que las amenazas vienen
siempre del Norte y nunca del Oriente.
Al mismo tiempo, nos agudiza el entendimiento de los
tiempos verbales en su conjunción con los tiempos políticos, para no caer en la
trampa de ningún “servidor del pasado en copa nueva”. Y porque somos la matriz
cultural y política del Movimiento Nacional, y porque tenemos claros los verbos,
somos los que trabajamos para que todos los futuros se conjuguen con la felicidad
del Pueblo y la grandeza de la Patria.
Por
Carlos Semorile.
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