Los argentinos hacemos honor a una
bella herencia gaucha que se expresa en el sentido que le damos a la palabra
“hermano”, que a veces no es el sanguíneo sino aquel que se la juega con y por
uno. Todas esas variables fraternas se dieron cita hoy en las palabras de
Sergio Maldonado, desde el infructuoso anhelo de que algún gendarme se la
jugara -como Cruz con Fierro-, al descubrimiento de una fraternidad ampliada,
esa que nos hermana con el compromiso de Santiago y de tod@s l@s que luchan. Ayer
la Plaza tuvo mucho de congoja porque, como vos dijiste, aprendimos a querer a
Santiago. Por eso, y mientras reclamamos Verdad y Justicia, te mando un fuerte
abrazo hermanador.
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