miércoles, 23 de agosto de 2023

¿Cuáles son las culpas del Estado?


    En campaña es fácil demonizar al Estado pero es imposible gobernar sin él: lo demuestra la experiencia del macrismo que terminó dejando muchos más planes que los que había durante el gobierno de Cristina.

Para hablar del Estado y no macanear hay que entender que el Estado está conformado por muchos organismos y dependencias que cumplen distintas funciones y a veces guiados por ideologías distintas.

Un ejemplo clarito son los objetivos que persiguen el Ministerio de Desarrollo Social y el Poder Judicial: el primero intenta brindar asistencia a quienes la pasan mal, y el segundo –salvo excepciones- sanciona a quienes por lo general no tienen cómo defenderse. En los últimos tiempos esto se complejizó todavía más, y el Poder Judicial pasó a cumplir funciones que no le corresponden como decidir sin pruebas quiénes pueden ser candidatos a gobernar una provincia o el país.

Otro ejemplo sencillo son los objetivos que cumplen el Inadi (el Instituto Nacional contra la Discriminación) y los distintos cuerpos armados que, como las policías, suelen cometer actos de racismo.  

Los peronistas, como decíamos en la nota anterior, siempre entendimos que el Estado debía amparar los derechos de todos, pero también comprendimos que ciertos sectores no jugaban a favor de esta política de poner al Estado al servicio del pueblo y sus necesidades, y por eso siempre combatimos a quienes buscaron, y en distintas épocas consiguieron, que el Estado arrasara los derechos de las personas, empezando por el derecho a la vida como ocurrió en la Dictadura.

También en esos años se decía que había que achicar el Estado para hacerlo más eficiente, mientras se aseguraba que daba lo mismo fabricar acero que caramelos. Como es lógico, los que trabajaban fabricando cosas como el acero y sus derivados se fueron quedando en la calle y no había un mango ni para comprar caramelos. Puede que te resulte increíble, pero todavía peleamos contra las consecuencias económicas y sociales de un Estado que benefició sólo a muy poquitos.

Por todo esto, cuando te hablen pestes del Estado pediles precisiones y que sean muy concretos respecto a qué parte o partes del Estado se refieren, no sea cosa que en el fondo estén hablando de eliminar toda esa parte del Estado que se ocupa –mejor o peor, pero se ocupa- de los derechos que tenés vos y tienen otros como vos, mientras refuerzan esa otra parte del Estado que se va a encargar de reprimir la protesta cuando vuelvan a aplicar una política económica para las elites.

 Por Carlos Semorile.

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