lunes, 22 de febrero de 2016

“La próxima vez te volamos la cabeza”



Esta fue la respuesta que recibió el pibe cuando le preguntó al gendarme por qué habían baleado la murga. El nuevo “protocolo” de la ministra Bullrich dice lo mismo de un modo apenas menos brutal: cinco minutos para “desalojar” o los reprimimos. Quienes advertimos que “Cambiemos” pervertía el lenguaje fuimos desoídos por aquellos que repetían el eslogan del diálogo, y que creían que a ellos nunca les iba a tocar tener que reclamar. Sin embargo, dos meses después ya están en las calles haciendo cosas de negros: cortando el tránsito, alzando la voz, peticionando a un gobierno de sordos que les avisa que no va a tolerar la protesta social que sus medidas generan. A esos compatriotas que fueron maniatados por el candor y esculpidos por el odio, tal vez les ayude comprender que todos somos ese pibe baleado, y que este “proyecto de colonia” (onda la India de 1850) sólo cierra con milicos que te vuelan la cabeza.

Por Carlos Semorile.

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