A los miembros
del muy conservador Partido Demócrata de Mendoza y -por extensión- a los
miembros de la oligarquía viñatera de esa provincia cuyana, se los conoce
popularmente como “los gansos”. El mote nació en 1918 en un periódico
lencinista (“El Gaucho” Carlos Washington Lencinas era el líder de las masas
empobrecidas de Mendoza, y jefe de la de
A fines de
junio, el ex gobernador Cornejo –presidente de
Como se ve, es un llamamiento con varios destinatarios: a la propia elite local, y una formidable mojada de oreja al gobierno nacional, al cual se amenaza con desmembrarle una de sus provincias más ricas.
¿De qué vivirían concretamente los independentistas mendocinos? El sinuoso Cornejo –líder de un centenario partido con representación en todo el territorio nacional, adviértase la paradoja- no lo expresa. O acaso sí lo hace cuando dice que tendrían acceso al crédito internacional, que es el modo eufemístico de plantear que, de movida, endeudaría a más no poder a la “autopercibida” república de los gansos.
Todo esto viene a cuento porque, entre las postales que dejó una nueva jornada de promoción del virus y del número de contagios, está la de un señor morrudo ataviado con un coqueto “panamá” onda turista, un tapabocas que reproduce la mandíbula, la boca y la nariz de un gorila, y una remera que reza: “Mendoza, el mejor país del mundo. (Asterisco) MendoExit”. Pese a su provocativa indumentaria, su gesto -ante el deschave del fotógrafo- es adusto como el de un “carapintada”.
A título
personal, me parece poco probable que se verifique la migración de los gansos,
llevándose a toda una provincia en su vuelo. Pero, como en política nada está
escrito de antemano, deben tomarse en serio estas manifestaciones de gorilismo
oligárquico en cruza con secesionismo
regionalista. No hay que olvidar que a fines de 1929 los conservadores
mendocinos asesinaron al Gaucho Lencinas, y que en San Juan se organizó un multitudinario
asado de festejo al que asistió el entonces Fiscal de
Por Carlos Semorile.
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