martes, 3 de mayo de 2022

Peronistas sin saberlo


De la mano de la gobernanza de Alberto Fernández no sólo hay “funcionarios que no funcionan”, sino que la propia discusión política viene en un declive tan pronunciado que hay quienes se atreven a poner en tela de juicio el nivel de “peronismo en sangre” de figuras cruciales del ciclo kirchnerista. Algunos, en su delirio, mascullan que ni siquiera Cristina pasaría la prueba de sus estériles “peronómetros oxidados”.

 

Acaso lo más penoso de esta tramoya –porque a debate no llega- es que obtura en vez de abrir y que expulsa muchísima más gente que la que incorpora. No siempre fue así. En 1971, en el célebre reportaje “Los de Garín”, Carlos Olmedo decía: “Nosotros no nos integramos al peronismo; el peronismo no es un club o un partido político al que uno puede afiliarse. El peronismo es fundamentalmente una experiencia de nuestro pueblo y lo que nosotros hacemos ahora es descubrir que siempre habíamos estado integrados a ella, o dicho de otro modo, es desandar el camino de equívocos y malos entendidos por los cuales en alguna etapa de nuestra vida no supimos comprender que siempre habíamos estado integrados a ella en el sentido que está integrado a la experiencia de su pueblo todo hombre que se identifica con los intereses de los más”.

 

Este planteo de Olmedo se sintetizará en el dicho “peronistas sin saberlo”, el cual explica –allá y entonces, pero también aquí y ahora- el descubrimiento de haber pertenecido siempre a una identidad político/cultural. El entrevistador de Olmedo, Francisco “Paco” Urondo, lo puso en la voz de uno de los personajes de su novela de 1974 “Los pasos previos”: “-¿Desde cuándo sos peronista? –Me parece que mucho antes que yo mismo me lo imaginara”.

 

Casi 50 años más tarde del reportaje de “Paco” Urondo a Carlos Olmedo, el entonces ex Ministro de Economía Axel Kicillof decía en una entrevista realizada en el año bisagra 2019: “para mí definirme peronista fue un salto identitario (…) Lo que yo diría hoy es que durante mucho tiempo participé de ese grupo de argentinos, e incluso te lo extendería a América Latina e Hispanoamérica, que son peronistas sin darse cuenta”.

 

Hay cientos de miles de “peronistas sin darse cuenta” que lo son, pero para que puedan asumir el “salto identitario” que implica “desandar el camino de equívocos y malos entendidos” que los mantuvo alejados del movimiento nacional, es urgente que la gobernanza se deje de llamados vacíos a la unidad y atienda “los intereses de los más”. Esto es lo que reclaman tantos compatriotas que son “peronistas sin saberlo”.

 

Por Carlos Semorile.