El
25 de mayo de 1962 en un asado entre compatriotas que en ese momento estaban en
Cuba y al que asistió el Che, John William Cooke dijo entre otras cosas que “El grupo pretoriano que hoy gobierna en
Esta
charla de Cooke es conocida como “La conciencia nacional es también conciencia
histórica”, pues explicó que “la Historia
no es una fuerza misteriosa que se abate como una fatalidad sobre nosotros,
sino la designación que damos a la actividad humana; no un desarrollo externo
al hombre, sino el resultado de lo que hace el hombre”. De la historia debía
rescatarse la “experiencia colectiva
acumulada”, pero cuidando de no recluirse en el pasado, quedando así anulado
para el futuro.
A
esta altura habrá quien diga: “¡Uf! ¡Qué pereza! ¡Cuántos datos, cuántas ideas
complejas y conceptos difíciles!”. No lo negaremos, pero por eso mismo leemos a
Cooke y no a Paladino –¿no lo tenés?: gugleá-.
Esa
tarde, sin congelarse ni “volverse pasado”,
Cooke trazó un panorama de las dos grandes líneas que pugnan por prevalecer en
las luchas políticas argentinas de ayer y de siempre:
“Moreno, con visión genial,
intentó dar una base material para la revolución democrática: su plan consistía
en expropiar las grandes fortunas para crear un fondo de 200 o 300 millones de
pesos fuertes destinados a desarrollar la economía, en controlar el comercio
exterior y la moneda, en controlar la riqueza minera. Como se ve, un plan bien
totalitario. Y en efecto, la oligarquía, que era furiosamente librecambista
porque convenía a sus intereses y a los de Gran Bretaña, lo acusó de “jacobino”
que era para la época algo así como decirle “marxista-leninista”. Cuando Moreno
cayó, víctima de esa casta usuraria, ésta puso trabas constantes a la guerra
libertadora, intentando valerse de los ejércitos libertadores para reprimir la
protesta de las provincias, arruinadas por el librecambio. A esa sórdida
estrechez de tenderos se debió la segregación de las provincias del Alto Perú,
el aislamiento del Paraguay, y el surgimiento de movimientos defensistas en las
provincias, la anarquía durante varias décadas”.
Sí,
leíste bien: Cooke llamó “casta usuraria”
a los mismos que ayer estatizaron su propia deuda privada –que vamos a pagar
quienes no somos parte de la elite-, y que en su furia librecambista te llevan a
la miseria mientras amenazan con “palos y balas”. Si Cooke viviera, diría que
se asignan el papel de israelíes para tratarnos como palestinos.
Por Carlos Semorile.
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