jueves, 27 de febrero de 2025

El bastón de mariscal pesa, pero no piensa

 

A inicios de los años 70, cuando las organizaciones político-militares estaban dándose a conocer por sus acciones, pero también por sus definiciones ideológicas, tanto Carlos Olmedo como Juan Pablo Maestre coincidían en enfatizar que “los fierros pesan, pero no piensan”. A esa altura, y aunque eran muy jóvenes, ambos ya tenían varios años de militancia encima y les preocupaba el sesgo fierrerista que podía desvirtuar la primacía de la política, suprimiendo la discusión y el análisis.

 

El señalamiento sigue manteniendo su vigencia toda vez que alguien crea que el criterio de verdad surge de la mera posesión de un instrumento. Si lo pensamos por derecha, se puede tomar el penoso ejemplo del ungido y sostener, como dijimos en un escrito anterior, que “la motosierra pesa, pero no piensa”. Por ejemplo, su libidinizado telefonito le sirvió para criptoestafar a escala planetaria, y ya no sólo a sus fanas vernáculos, pero la reflexión estuvo ausente antes y lo sigue estando hoy.

 

Si lo pensamos por el campo nacional y popular, nos parece que hay varios malos entendidos respecto de la frase del General de que “cada peronista lleva el bastón de mariscal en su mochila”. Es una idea muy sugerente, pero seríamos muy necios si creyéramos que el solo hecho de manotear la mochila nos asegura que hemos alcanzado un estado de liderazgo que no precisa ser refrendado. Por ello cuando Tolosa Paz afirma que “hay una etapa cerrada en la conducción de Cristina Kirchner hacia el conjunto del movimiento”, no se entiende si se auto percibe mariscala del espacio recién creado, o si tiene el famoso bastón atravesado en el marulo.

 

Por Carlos Semorile.


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