martes, 13 de agosto de 2019

Scalabrini bajo las araucarias


Tras la derrota de 2015, Axel Kicillof se puso a hacer política desde el llano, cara a cara con el pueblo. Hasta hace muy poco, muchos ni siquiera supimos que durante estos años sombríos y penosos estuvo recorriendo toda la provincia de Buenos Aires en un gesto épico que, en realidad, había comenzado apenas 10 días después de que asumieran los neoliberales. Fue en el Parque Centenario, y esta es la crónica de aquella jornada memorable.   

Aunque Axel insista con Keynes, él es más bien un nacional, como lo fueron Manuel Ortiz Pereyra y Scalabrini Ortiz. Y asimismo le caben las palabras con que Jauretche reconoció el laburo tenaz de Scalabrini: “A él le debemos las claves que nos sacaron de un antiimperialismo de charla para ponernos en contacto con la realidad de nuestro colonialismo auténtico”. De eso se trató la charla de hoy: de que todos sepamos y todos estemos en condiciones de hacer docencia sobre los mecanismos que nos someten a una situación colonial. Fue como el “kilómetro cero” de lo que debemos develarles a tantos compatriotas que fueron engañados antes, y que hoy y en adelante serán mantenidos en la ignorancia, o desviados hacia “un antiimperialismo de charla”.

Que esta clase magistral suceda bajo las mismas araucarias donde hace 14 años todos hablaban al unísono y nadie escuchaba a nadie, es un símbolo que no debe pasarse por alto. Tampoco el hecho de que la multitud no produzca un solo roce, ni que las madres lleven a sus bebés, ni que los tullidos vayan con sus muletas y otros en sus sillas de ruedas, y las viejas con sus bastones, y los ciclistas con sus rodados, más las rondas de mates y bizcochos, y las lonitas de los más preparados. Y que todos guarden un silencio parecido al de una misa, porque esa palabra importa, y la necesitamos como al agua bendita porque –parafraseando a Jauretche- cuando Kicillof nos pone en contacto con la realidad de nuestra Patria, todo el Centenario canta que “Vamos a volver”.

Por Carlos Semorile, 20 de Diciembre de 2015.

No hay comentarios:

Publicar un comentario