lunes, 12 de agosto de 2019

Echamos a un Grupo de Tareas


Cuando podamos repasar serenamente este “tiempo de canallas”, se verá la magnitud de nuestra hazaña colectiva porque, como alguna vez escribió Cooke, “Quedamos solos como lo estaremos cada vez que se juegue la suerte de la Patria y de sus clases trabajadoras”. Defeccionaron los “técnicos”, traicionaron los alcahuetes, claudicaron los “triunviros”, arrugaron los tibios, y un silencio estruendoso apañó cada una de las atrocidades del Grupo de Tareas-“Cambiemos”.

Como sus socios del Proceso, sembraron el país de hambre, muerte y desolación y, como decía “Marucho” Maestre, “sólo les faltó cagar en cada esquina”. Todavía están a tiempo, y no es improbable que se despidan apelando al repertorio de barbarie y sangre que llevan en su ADN. Pero una buena parte del pueblo argentino ha demostrado una templanza digna de todo elogio, y ha resistido en paz la inclemencia infligida por esta cofradía de cipayos incapaces de apiadarse de nadie.

Aún está por escribirse el “diario de los años de la peste”, y debe hacerse por todos aquellos que no alcanzaron a palpar esta esperanza. Y para recuperar el lenguaje comunitario que también nos afaron.

Por Carlos Semorile.

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